sábado, 1 de diciembre de 2007

Amanecer contigo

Abro mis ojos lentamente y siento que la cabeza me da vueltas
mareado quizás por el placer de aquella noche apasionada contigo
o producto del alcohol en mi torrente sanguíneo

Tanteo al lado contrario de la cama y muy para mi sorpresa,
encuentro las curvas de una mujer en camisón de Eva envuelta con una sábana de satén
curvas que delínean una silueta adormitada y en pleno descanso

¿Será acaso un mal sueño? ¿Estará realmente aquella persona allí?
Se ve tan real, tan profundamente dormida, que me da pena despertarla
si es que acaso fuera producto de mi imaginación tan desempabilada

Poco a poco, comienzo a rememorar los momentos previos a este instante:
aquella loca pasión con la que nos despojamos de nuestras ropas,
el animalismo con el que nos comenzamos a acariciar,
tu mirada furtiva en la oscuridad mientras deslizaba lentamente el pretel de tu brassier,
nuestra respiración que componía una melodía sensual mientras nos encontrábamos en aquel cuarto

Y allí estábamos, desnudos y solos el uno con el otro
listos para dar rienda suelta a nuestro sentir
y por encima de todo, satisfacer nuestro deseo carnal
aquel deseo que nos devoraba desde lo más recóndito de nuestros cuerpos

Posé mis manos sobre tus curvilíneas caderas, acariciándolas cautelosamente
saboreando cada instante como si fuera el primero y el último
comenzando a despojarte de aquel pequeño y diminuto trozo de tela,
celoso guardian del más secreto de tus secretos

Para que contar lo que hicimos luego,
si no lo recuerdo bien pero se que nos besamos hasta la sombra
y terminamos postrados en aquella cama
tomados de la mano, como una pareja predestinada desde el comienzo de los tiempos

Ahora lo recuerdo todo, aún llevo impregnado en mis dedos y mis labios
el dulce aroma de tu cuerpo que por unos instantes se fusionó con el mío,
perdiéndose en medio de constelaciones y galaxias a años luz de distancia
para finalmente compartir un sueño placentero y fugaz

No lo puedo creer, estás aquí conmigo y aún no salgo de mi asombro
estás durmiendo a mi lado pero me estás dando la espalda,
una parte de mi aún cree que esto es sólo un mal sueño
pero estás aquí, puedo sentirte aquí, puedo verte, puedo saborearte

Lentamente me muevo hacia tu lado por debajo de las sábanas
queriendo rodearte con mi brazo y pegar mi pecho contra tu espalda
para que nuestros corazones se abracen y se junten
es que tu cuerpo está aquí, pero no logro recordar las facciones de tu rostro
y pensándolo bien, no recuerdo el sonido de tu voz
tan sólo recuerdo aquel hermoso despliegue de pasión que tuvimos hace unas horas

Como un cazador momentos previos a la captura de su presa, poso mi boca sobre tu oído
susurrándote quizás alguna tierna frase para que tu despertar no sea tan brusco
pero algo me detiene: es el miedo, miedo de despertar y descubrir que todo esto no fue mas que un mal sueño
y que nuevamente me encuentro solo...

Trago saliva, y me decido a susurrarte aquellas dulces palabras
esperando una respuesta acorde a las mías
pero...

Suena la alarma del celular, indicándome que es hora de levantarme
mi día está comenzando y no puedo darme el lujo de quedarme en cama
aunque me hubiera gustado en aquel momento, haber entrado en un coma del que no pueda despertar jamás
y detener el tiempo en esos momentos...

La próxima vez, no me despiertes por favor...

2 tienen algo que decir:

Anónimo dijo...

Ronie... que hacer cuando el sueño se come todo y las noches son eterno desvelo?...
Qué hacer cuándo estás como loco pensando y pensando sin llegar a puerto...


Ronie... El tiempo nos hará sabios.
Ya sabes, va el café, la bailada y los mil abrazos y besos que te debo desde la primera vez que nos hablamos hace 5 años...

Anónimo dijo...

=)

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