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martes, 14 de setiembre de 2010

Érase una vez...

...un muchacho que le escribía al amor a toda hora y a todo momento. Había encontrado a la musa que le llenaba de una explosión de creatividad y una sobredosis de inspiración. Evocar el sólo recuerdo de su sonrisa bastaba para llenar miles de líneas en el cuaderno de su vida. Fue una de las épocas más prolíferas de la historia de este joven escritor. Y es que el amor que sentía hacia la fuente de su inspiración era tan inmensurable como las gotas de lluvia en una tarde de invierno o las estrellas en la noche más estrellada de verano.

En efecto, el joven escritor estaba perdidamente enamorado de su musa. Le dedicó sus mejores obras y depositaba un pedazo de su esencia con cada escrito que le presentaba. Se la pasaba siempre idealizando y resaltando las características de ella, tan sólo para ofrecerle las mejores encíclicas que en tiempos inmemoriables se destinaban para recrear los pasajes de los dioses mismos, que poblaron esta tierra antes de que se creara al primer hombre.

Día y noche escribió los versos más hermosos que su pluma pudo crear, y noche y día sufría la agonía del enamoramiento eterno hacia su musa. Pero como todo lo bueno en la vida de uno, nada dura para siempre, ni siquiera el amor. Una fría tarde de verano, la musa se dirigió hacia el joven escritor, quien para variar se encontraba tratando de crear su mejor obra, dedicada a nombre de la mujer que amaba. Ella, triste y envuelta en un hálito de pesadumbre, se le acercó y con un tierno pero melancólico beso, se despidió de su amado y susurrándole unas palabras, partió hacia el horizonte hasta que ya no pudo ser más divisada.

La repentina partida de su musa truncó el océano de creatividad e inspiración que ahogaba al joven escritor desde hacía unos años. Se sumió en la más profunda de las tristezas y en la más oscura de las penumbras, llorando por la súbita marcha de la mujer que significó un antes y un después en su vida. Abrumado por un enorme pesar, se empecinó en continuar con lo que mejor hacía: escribir.

Su pluma, que años atrás había sido artífice de los relatos más hermosos en nombre del amor, continuaba escribiendo maravillas, pero con la única diferencia de que ahora eran odas interminables de odio y desprecio hacia la ingrata que le rompió el corazón y lo abandonó a su suerte. Fue tal su decepción hacia el amor mismo, que un día se apareció ante él, la Soledad. La Soledad lo acompañó durante gran parte de su vida, reemplazando el vacío que alguna vez fue ocupado por la musa del Amor. El joven escritor continuó dedicándole sus escritos más hermosos de decepción y odio hacia su antigua pareja, para el beneplácito de la Soledad misma. Su relación duró media eternidad, ya que incluso todo lo malo, no dura una eternidad.

La Soledad abandonó al joven escritor un día soleado de invierno. Al igual que su primera doncella, ésta se despidió de él con un suave y delicado beso en su frente y le susurró unas palabras al oído, antes de viajar en dirección contraria hacia donde partió la musa del Amor muchos años atrás, hasta perderse también en el horizonte. Nuevamente el joven escritor se encontraba abandonado y ni la Soledad ni el Amor lo acompañaban más.

Dejó de escribir por completo. Arrojó sus pergaminos y sus tintas en la hoguera de sus recuerdos y permaneció en un silencio absoluto. No hacía otra cosa más que pensar sobre lo que había vivido con el Amor y la Soledad, haciéndose siempre la misma pregunta: ¿Por qué me abandonaron? Meditó día y noche, noche y día, de verano a invierno, de invierno a verno. Pasaron cuatro años bisiestos hasta que finalmente llegó a la conclusión de que gozaba de una paz interior tan inmensa como su antiguo amor por sus dos ex compañeras, y fue cuando de pronto, una luz disipó todas sus dudas respecto al transcurso que había tomado su vida. Trató de buscar en los confines más recónditos de sus recuerdos, las últimas palabras con las cuales se habían despedido sus amantes. En el último cajón del ropero detrás de la puerta al lado del muro más alto de la torre más alejada del bosque más hinóspito del reino de su pasado, encontró aquellas palabras escritas en un ínfimo y marchito pedazo de papel.

Fue cuando finalmente entendió el por qué sus amantes lo habían abandonado. Todo había tenido un propósito. Plenamente consciente del significado de su travesía, cerró sus ojos en paz y sonrió por primera vez en años. Al abrirlos, descubrió ante él a sus dos antiguos amores, quienes se fusionaron en una sola entidad: la Felicidad. La Felicidad llegó al joven escritor luego de una media eternidad y muchos años más, pero finalmente llegó a él, luego de alcanzar su paz interior y descubrir verdaderamente, que para poder amar en serio, primero hay que aprender a amarse uno mismo. La Felicidad y el joven escritor, quien ahora no era más que un anciano decrépito por fuera pero que aún conservaba la juventud del espíritu, tomó la mano de su redescubierta amante y caminó con ella, hasta que ambos se perdieron en el más lejano de los horizontes, dejando detrás de ellos un pequeño y marchito pedazo de papel que decía: "Para llegar a la Felicidad, primero hay que experimentar la travesía del Amor y la Soledad..."

Fin.

Mujer del rostro esquivo,
¿cuándo te dignarás a aparecer frente a mí?

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jueves, 24 de junio de 2010

100 hechos y confesiones mías, que a lo mejor ni te interesen...



1.- Me chupo el dedo cuando caigo dormido de borracho.

2.- Siempre empierno cuando duermo.

3.- No me gusta el fútbol, pero puedo verlo tranquilamente.

4.- No soy bueno para el fútbol, aunque como arquero no lo hago mal.

5.- Soy cinéfilo.

6.- Nunca he ido al cine solo.

7.- Me gusta mucho la televisión.

8.- Me entretengo viendo cualquier programa que llame mi atención, desde como restaurar un bello armario barroco en 10 pasos hasta la evolución de las medusas de mar.

9.- Mis películas favoritas son dos: Before Sunrise y Before Sunset.

10.- Las he visto muchas veces y cada vez que las vuelvo a ver, descubro algo nuevo.
 

11.- Odio las películas dobladas.

12.- Una vez vi dos veces seguidas una película en un cine, porque me olvidé que había quedado con dos personas para verla.

13.- Adoro las comedias y detesto las de terror. Las de acción, siempre son mis favoritas.

14.- Tengo mala suerte para las mujeres.

15.- Me enamoro fácilmente, por eso es que soy propenso a que me rompan el corazón xD

16.- Nunca se metan con una mujer con pareja.

17.- Toda mujer que conozco, me etiqueta a la primera como su mejor amigo xD

18.- Mi relación más larga duró 6 meses.

19.- Me he enamorado dos veces en mi vida: la primera, una experiencia muy hermosa y la segunda, no lo fue tanto xD

20.- Aunque suene raro, aún me hablo con esas dos personas; con la primera, somos amigos y con la segunda, pues eso es lo que quiero saber xD

21.- Tengo el mal hábito de fumar, sé que es algo malo, pero espero corregirlo eventualmente.

22.- Por lo general, me fumo una cajetilla a la semana (y entre 2 a 3 un viernes o sábado, si es que tengo alguna actividad)

23.- Me gusta el licor.

24.- No soy ateo, pero tampoco creyente.

25.- Odio a los Testigos de Jehová. Siempre me despiertan temprano los domingos xD

26.- De política no sé nada, aunque siempre me he declarado centralista.

27.- Soy periodista, y me gano la vida escribiendo.

28.- Antes de ser periodista, fui maletero.

29.- Las maletas, aunque suene raro, me abrieron muchas puertas. Conocí a mucha gente y me forré de billete xD

30.- Tengo muy buena memoria.

31.- Ay, me olvidé que era lo que iba a poner aquí xD

32.- No sé cocinar, sólo comer.

33.- Lo único que sé preparar es huevo frito con salchichas calentadas en el microondas xD

34.- La música es lo mejor que ha creado el hombre.

35.- Me gusta el anime y el manga, pero no tanto como para disfrazarme de alguno de esos personajes.

36.- Tengo un amigo negrito.

37.- No me gusta complicarme la vida, pero no puedo evitar siempre meterme en líos que no son de mi incumbencia.

38.- Río por no llorar.

39.- He descubierto que puedo llegar a ser hipócrita a veces. Me es difícil exteriorizar mis emociones.

40.- Soy bueno ofreciendo consejos. Aunque la mayoría de veces no los aplique en mi vida.

41.- Odio la mentira y la infidelidad.

42.- Me cago en los que se creen la última chupada del mango.

43.- No me meto con nadie para que nadie se meta conmigo.

44.- Fanático de Bad Religion y de Iron Maiden.

45.- Escucho de todo, pero soy alérgico al reggaeton.

46.- Nunca me he ido a los puños con nadie.

47.- Pero eso no quiere decir que no me hayan pegado xD

48.- Soy fan a muerte de Family Guy.

49.- South Park sigue siendo a mi parecer una de las mejores series creadas hasta la fecha.

50.- Me gustan los idiomas. Hablo, escribo y entiendo el inglés con relativa facilidad.

51.- Me gustaría aprender más idiomas, el francés y el japonés son dos de mis alternativas.

52.- Me gustan los comics.

53.- Si me dieran a escoger entre Marvel o DC, diría Image. Aunque DC seguirá siendo la casa editorial con la que me inicié en este mundo.

54.- Mi escritor de comics favorito es Robert Kirkman.

55.- Green Lantern (Hal Jordan) es a mi parecer, el superhéroe más grande que ha existido jamás.

56.- No me gusta recordar mi pasado, en especial lo que me tocó vivir por culpa de las drogas.

57.- Odio las drogas y odio a todos aquellos que las usen.

58.- Mi primer beso fue a los 12 años.

59.- Nací con el pan bajo el brazo, pero nunca me gustó pedir. Siempre me gustó ganarme las cosas con mi sudor.

60.- Mi sueño más grande es encontrar la felicidad. ¿Cursi, no?

61.- Soy una persona con una paciencia enorme. Difícilmente pierdo los papeles, pero cuando los pierdo... xD

62.- Tengo un par de amigas al que me gustaría hacerles cosas que no tienen nombre xD

63.- La tecnología y yo tenemos una relación de amor/odio.

64.- Pienso que de haber nacido 40 años atrás, realmente hubiera sido el periodista perfecto xD

65.- Tengo más de 300 personas en mi msn, pero a lo mucho hablo con 10.

66.- Admito que soy pésimo en los quehaceres de la casa.

67.- Pero el que sea pésimo, no quiere decir que no pueda mejorar.

68.- Casi le propuse matrimonio a alguien una vez.

69.- Me gusta salir, pero la mayoría de las veces prefiero quedarme en casa.

70.- Soy adicto al sexo xD

71.- Me llega a la punta del testículo izquierdo aquellas personas que se olvidan de donde provienen cuando llegan a algun lugar que les da categoría.

72.- Las pastas son mi pecado culinario.

73.- Jack Black es Dios xD

74.- Homero Simpson siempre será mi mayor referente.

75.- Las mujeres se enamoran de mi forma de escribir, mas no de mí xD

76.- Algunas mujeres con las que he salido o he querido tener algo resultaron ser lesbianas en potencia xD

77.- Pasé dos años de vago antes de entrar a la universidad.

78.- La universidad fue una linda época de mi vida. Me gustaría volver a vivirla...y aprovecharla mejor xD

79.- Odio a todos aquellos que les va bien en todo.

80.- Nunca he visto a mis viejos darse un beso.

81.- No aprendí lo que es el amor dentro de mi casa, sino en otro país.

82.- Como todo hombre, admito que me gusta Megan Fox xD

83.- Lo único que añoro de mi infancia son los dibujos animados.

84.- No me llevo bien con mi hermano, el mayor de todos.

85.- Nunca me he roto ningún hueso.

86.- Perdí a una amiga hace algunos años. Aquella pérdida me hizo darme cuenta de que no importa la edad que uno tenga, sino que cuando nos llegue la hora, todos nos iremos. Aparte, también aprendí que uno nunca debe dar las cosas por sentadas y decirles a nuestros seres queridos cuan importantes son en nuestras vidas.

87.- Tengo tres mejores amigos.

88.- Y tres mejores amigas

89.- Soy detallista al milímetro.

90.- Estoy soltero desde hace un buen tiempo y ando buscando pareja.

91.- Extraño el estar enamorado, porque funciono mejor cuando lo estoy. También cuando me siento decepcionado.

92.- The Smiths es una de mis bandas favoritas.

93.- No me es fácil olvidar.

94.- He llorado por amor. Y reído, también.

95.- Me han dicho que soy gracioso. Yo creo que la gente no me toma muy en serio xD

96.- Me gusta inventar frases y cosas que sólo entenderé con alguien especial.

97.- No sé bailar, pero cuando estoy ebrio, me muevo como una lombríz xD

98.- Me gusta mucho acariciar.

99.- Detesto la soledad, pero ya tengo varios años con ella y es mi única compañía...

100.- Prefiero mil veces pagar al contado que usar una tarjeta de crédito.

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martes, 8 de junio de 2010

Pensando en ti


¡Qué feliz vive el que ignora todo a su paso!

Me gustas, vaya que en demasía, pero no me atrevo a decírtelo...
Quizás temo que no compartas la misma idea que yo, pero esta es mi verdad...

Me gustas y no sé como hacer para hacértelo saber...

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lunes, 17 de mayo de 2010

El metal de luto: Murió Ronnie James Dio

La muerte de Ronald James Padavona, más conocido como Ronnie James Dio, ha enlutado a la comunidad metalera en todo el mundo. Dio, de 67 años, dejó de existir el pasado domingo al promediar las 7:45 de la mañana, a causa de un cáncer estomacal diagnosticado el año pasado.

Su legado musical prevalecerá por siempre en los corazones de todos sus fanáticos, cuya voz es y será reconocida como una de las más carismáticas en el mundo del rock. Diferentes bandas y músicos han presentado sus respetos hacia su viuda, Wendy Dio, quien se mantuvo a su lado siempre durante la mayor parte de la vida del mítico cantante.

Dio, el legendario vocalista de bandas como Black Sabbath, Rainbow y Heaven and Hell, deja un enorme vacío entre sus familiares y amigos, así como los millones de fanáticos que gozaron con sus producciones discográficas a lo largo de los años.

Tommy Iomi, ex guitarrista de Black Sabbath y compañero de banda en Heaven and Hell, dijo que “mi querido amigo Ronnie ha muerto. Aún estoy en shock, no puedo creer que se haya ido. Él era una de las personas más agradables que pudieras haber conocido. Puedo decir que fue un honor haber tocado con él todos estos años. Te extrañaré mucho, mi querido amigo.”

En un mensaje en la página oficial del cantante en Facebook, la viuda de Ronnie James Dio declaró que muchos familiares y amigos han podido despedirse en persona de Dio, antes que falleciera. “Ronnie sabía cuan querido era por todos. Apreciamos mucho el amor y el apoyo que nos han mostrado. Por favor, dennos unos días de privacidad para lidiar… con esta terrible pérdida. Por favor, sepan que él los amaba a todos y su música vivirá por siempre”, declaró.

Descansa en paz, Dio. Siempre fuiste lo que cantabas en tus canciones, un arcoíris de luz en la oscuridad.

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jueves, 29 de abril de 2010

Entre el Amor y la Guerra


En nuestras vidas, nos topamos con distintos seres que de una forma u otra, nos afectan considerablemente; unos más que otros, en aspectos que no podemos imaginar. Marchamos hacia la guerra de nuestro destino tan solo con el fusil de la esperanza y una caja de municiones hechas de nuestras emociones, sin habernos preparado previamente y expuestos a todos los peligros en aquel cruento enfrentamiento para encontrar el amor.

Recibimos disparos de indiferencia y explosiones de decepción, que muchas veces nos alcanzan y nos hieren, pero en raras excepciones, los esquivamos y no nos hace rendir en la búsqueda de nuestro objetivo. Así como nosotros, hay varios más quienes también lucha por aquella causa; la mayoría se queda en el camino, lastimados o imposibilitados de continuar y aceptando un destino que no es el que les correspondía.

Dicen que en el amor y la guerra todo se vale, pero, ¿y en la guerra del amor? Solamente contamos con un arma para afrontar tamaño reto. ¿Y si esa arma no es suficiente, tendremos refuerzos? Somos nosotros contra el mundo y el mundo contra nosotros, y en esta guerra, el mundo tiene las de ganar. La esperanza y nuestras emociones no nos aseguran la victoria, pero al menos podremos dar pelea.

Conocer a alguien nuevo es siempre un desafío el cual algunos nos rehusamos a encarar. Siempre está latente la posibilidad de que aquella persona busque nuevas formas de lastimarnos y dejarnos más vulnerables de lo que éramos. Pero huír no es siempre la respuesta, a veces hay que enfrentar a nuestros demonios y aceptar tal reto, siempre hay que considerar la posibilidad de salir lastimados, pero también hay que contar con las probabilidades de que aquella persona pueda enseñarnos muchas cosas que desconocíamos sobre la vida.

Atrincherado en este hoyo de comfort y parsimonia, no puedo evitar el preguntarme, ¿es así como debería actuar en estas circunstancias? No quiero exponerme a recibir un disparo de desdicha, pero tampoco quiero permanecer en este estado de tranquilidad impávida. Tarde o temprano, tendré que tomar una decisión: o morir luchando o morir resignado. Sea como sea, he de tomar una decisión pronto y ojalá y la respuesta me llegue pronto, ya sea con alguna bengala de oportunidad o una explosión de casualidad.

P.D. ¡Sí, he vuelto! Vaya que me he ausentado XD pero prometo aparecerme más seguido por aquí. Tengo varias ideas para nuevos posts, entre ellos, escritos e historias como las que gustan leer (espero XD). ¡Saludos y buena suerte!

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lunes, 18 de enero de 2010

Miedo a la escritura

Saludos y bienvenidos a un nuevo año del Jardín de las Baladas. Para mis pocos seguidores, les agradezco el que sigan visitando este humilde espacio mío en la red y gocen de mis atribulados posts y escritos. Para los que no me conocen, soy Ron, un periodista desempleado en busca de trabajo y este es mi primer post del año.

¿Por qué posteo después de tanto? Esa es una magnífica pregunta. Para empezar no hay nada mejor que contar el principio de la historia. El 2009 fue una mierda total. Mala suerte en lo económico, en lo social, lo anímico y lo sentimental. El 2009 pareció mejorar en sus meses finales pero si pudiera borrarlo del currículo de mi vida, lo haría con gusto.

Fue que decidí dejar atrás ese maldito año y embarcarme con muchas ganas a comenzar el 2010. Dejé de hacer la promesa que venía haciendo todos los años desde que tenía 12 (la de enamorarme sí o sí el siguiente año) y comencé una nueva tradición: el conseguir empleo sí o sí.

Así que es así como he comenzado este año, tocando puertas, llamando gente, postulando a posibles trabajos, esa ha sido mi rutina hasta ahora. Y es por ello que decidí titular esta composición así. Tengo miedo de escribir. No porque no pueda (porque puedo), sino porque siento que he perdido mi norte respecto a este hermoso hábito que me destaca de otros.

Unos son buenos para conquistar mujeres, otros para tener éxito en los negocios; yo soy bueno para escribir. Yo descubrí que quería ganarme la vida escribiendo luego de darme cuenta que la publicidad no era lo que yo pensaba, pero que el periodismo era lo que siempre había estado buscando y deseando. Las palabras para mí siempre me fueron fáciles de utilizar, pero por algún extraño motivo, me aterra el sentarme frente a un teclado y que no se me ocurra nada sobre que escribir.

Tengo un sinfín de historias inconclusas en mi cabeza, miles de composiciones por terminar y docenas de noticias que publicar; pero no puedo debido a que no encuentro algo que me motive a seguir haciéndolo. ¿Padeceré acaso de una criptofobia selectiva? Válgame Dios...

Escribo bien cuando estoy enamorado, escribo mejor cuando estoy decepcionado pero no escribo nada cuando estoy tranquilo. El regocijo y la depresión son mis más grandes fuentes de creatividad, son las que siempre me han hecho escribir lo que siento y lo que veo. Pero debido a mi parsimoniosa tranquilidad, no encuentro motivo alguno que me haga continuar.

¿Conoce alguno de ustedes algún método para vencer este temporal percance? Espero sus sugerencias o comentarios, por lo pronto intentaré reencontrarme con mi musa de la inspiración y retomar mi adicción escribana.

Nos vemos (espero muy pronto)


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miércoles, 28 de octubre de 2009

El día de mi muerte



Las sirenas empezaron a resonar en las silentes y desoladas calles donde yacía mi cuerpo bañado en un charco de sangre, a escasos metros de la puerta de mi casa. La gente, consternada y aún medio dormida, empezaba a juntarse alrededor de mi cadáver, mientras la policía empezaba con el peritaje correspondiente para determinar la causa de mi cruento asesinato. Es raro, podía escuchar a las vecinas murmurar sobre el supuesto móvil de mi repentino fallecimiento; podía ver a través de las delgadas hojas de periódico que pusieron sobre mi cuerpo a mis padres llorando mientras un robusto oficial les tomaba sus declaraciones y las pequeñas luces de aquellos forenses en sus batas blancas que empezaban a delínear el contorno de mi silueta en el piso con una diminuta tiza blanca.

A los minutos, empecé a sentir los flashes de una cámara que empezó a tomarme fotos desde distintos ángulos y oía las preguntas de una joven y simpática reportera de cabellera negra ondulada que le hacía al oficial encargado, que respondía que no declararía nada hasta que llegara el Fiscal de turno y autorizara el levantamiento de mi cuerpo, que seguía tirado en la puerta de mi casa, con mi mano derecha aún sosteniendo mis llaves. De pronto, la hermosa reportera se acercó a su compañero fotógrafo y me vio entre aquellas hojas de periódico y pareció reconocerme. Fue curioso, sentía que la conocía pero no recordaba quién era; sólo tenía la sensación de que en algún momento de nuestras vidas, nuestros caminos se entrelazaron de distintas maneras y compartimos el todo junto con la nada.

La expresión de su rostro cambió de la serenidad a la sorpresa en una fracción de segundo. Se tapó de pronto la boca con su mano izquierda y sus ojos se abrieron enormemente. Definitivamente lucía muy anodada. Creo que sí me conocía después de todo. 'Alguna compañera de la universidad', pensé en un instante, 'o alguna ex compañera de trabajo'. Ahora ya es demasiado tarde para descubrirlo. Luego, pude oír en medio del llanto de mis padres y familiares, a ella entablando una conversación con ellos, intentando calmarlos con nerviosas palmadas al hombro y trepidantes abrazos. Tirado en aquella fría acera, continúaba pregúntandome quién era ella. En medio de toda la conmoción del momento, llegó el Fiscal de turno. En menos de cinco minutos (y es muy extraño que tenga tal noción del tiempo en este estado) autorizó el levantamiento de mi cadáver y autorizó a los forenses que me llevaran a la Morgue Central. Retiraron cautelosamente los periódicos y me embolsaron en una pestilente y oscura bolsa. Lo siguiente que sentí fue cuando me tiraron en la parte de atrás de una oxidada y vieja camioneta. El viaje hasta la morgue fue algo accidentado, pero logramos llegar alrededor de una media hora después.


Volví a ver la luz quince minutos luego de haber llegado, cuando yacía recostado en aquella fría camilla de acero inoxidable de la morgue. Una luz blanca y brillante iluminaba mi cuerpo. En ese mismo instante, empecé a sentir un par de manos plastificadas que recorrían mi pecho, como si lo estuviesen examinando. Pude sentir también cuando uno de sus dedos empezó a penetrar una pequeña cavidad, que hasta ese momento desconocía de su existencia, a la altura del lado izquierdo de mi esternón. 'Una puñalada al corazón', fue lo único que atiné a escuchar mientras lo veía escribir algo en una tablilla. Por alguna extraña razón, tenía tapados mis oídos pero mis ojos permanecían abiertos, a pesar de que aquel muchacho que manoseaba mi cuerpo en aquella fría camilla, me los había cerrado minutos atrás. Luego, sentí la cortante caricia de aquel filoso bisturí que dibujaba una V en mi tórax, abriéndolo y presenciando como empezaron a sacar mis órganos internos como si fuesen piezas que nunca más se habrían de usar de algún aparato. Curioso o no, lo único que sentí que me sacaron fue el corazón. Se sintió como un pequeño cosquilleo en lo más profundo de mi pecho. Creo que sí lo tenía, después de todo. Al final de esto, empezaron a suturar mi ya vacío pecho y me depositaron en un cajón, en una especie de enorme frigorífico. Allí dentro estuve alrededor de un día y medio.

Por aún más extraño que parezca, lo único que vi durante aquel tiempo fue una absoluta y completa nada. La puerta del cajón se abrió un miércoles por la tarde (sigue pareciéndome curioso que tenga tal noción del espacio y tiempo estando así de frío) y me volvieron a colocar en una bolsa, esta vez era una con un olor a nuevo pero que era igual de oscura que la primera. Cuando escuché abrirse el cierre y volví a ver la luz, me di con la sorpresa que
mi padre estaba allí junto a un hombre viejo, con el rostro arrugado y manchado, pero con una mirada tan tranquila y fría que parecía que estaba acostumbrado a ver muertos todos los días. Habían transcurrido ya dos días y medio desde mi fallecimiento (morí un lunes a las 11 de la noche) y por primera vez, dejé de ver hacia arriba, ya que me volteaban de un lado a otro para vestirme. Entre aquellos constantes movimientos, pude ver que me estaban colocando aquel traje azul que usaba en ocasiones especiales. 'Que ocasión más especial que mi muerte' dije sonriente, esperando robarle una risa o carcajada a cualquiera como solía hacerlo, pero nadie me escuchó. Al final, cuando ya estaba vestido, pude ver a mi padre traer unos lindos zapatos negros que reconocí al instante: eran aquel par de zapatos que me regaló cuando acabé la universidad. Sentí como me los colocaba y me los ataba lentamente. Habían pasado muchos años desde que me había atado los zapatos, la última vez fue cuando tenía 4 años y paséabamos un domingo por el centro de la ciudad.

Me cargaron y me pusieron dentro de un cajón revestido de fieltro y tela. Mi padre me cargaba de los brazos y aquel hombre de las piernas. Un detalle que no pude dejar pasar fue que mi padre, al momento de recostarme dentro de aquél féretro, depositó mi cabeza suavemente sobre aquella tersa almohada. Por un instante, creí que él sabía que lo estaba viendo y escuchando. Nunca pude decirle cuánto lo amaba y admiraba frente a frente; siempre fui de las personas que expresaban su sentimientos a través de sus acciones. Si pudieras oírme en este momento, te digo que te amo y que fuiste y serás siempre lo más importante en mi vida. Pero no puedes y te me quedas observando con aquellos tristes y vidriosos ojos. Creo que nunca esperaste el enterrarme y siempre creíste que sería yo el que hiciera esto, pero ya ves lo injusta que es a veces la vida, viejo. No llores más y trata de ser fuerte; al menos tuve una muerta rápida y no sufrí mucho, aquello hubiera sido peor tanto para ti cómo para mí. Créeme.

Cerraron el ataúd y me cargaron hacia una carroza fúnebre. Me depositaron gentilmente en la parte trasera de ésta y escuché un portazo. El vehículo empezó a rodar por una calle muy transitada, porque podía oír el bullicio de los motores de autos y de la gente. El viaje duró cerca de veinte minutos cuando de pronto, sentí que me volvían a cargar y me depositaban despacio sobre una estructura. No escuché nada por unos cinco minutos, cuando de pronto, alguien abrió la puerta de aquel cajón y lo primero que vi, fue el rostro de mi madre, derramando sendas lágrimas. 'Qué mujer más hermosa', dije sin mover mis labios. A pesar de que su rostro mostraba el inexorable paso del tiempo sobre su persona, su fuerte mirada y su determinada personalidad que siempre denotaron una incólume juventud, parecían resquebrajadas. No sabes cuánto daría por oírte sonreir una vez más, de la manera como yo sólo sabía hacerlo. Siempre admiré el hecho de que a pesar de que no eras una persona muy cultivada, siempre sabías que decir y cómo decirlo y a quién decírselo. Me sentía seguro en tus brazos cada vez que te abrazaba y contemplaba tu belleza perenne. Pero ahora ya no podré hacerlo más y me voy para arreglar todo para el día en que nos volvamos a reunir. Mi madre me acompañó por un largo tiempo, hasta que finalmente alguien la tomó del brazo y la llevó a otra parte.

Ante mí, desfilaron un sinnúmero de personas que cuando estuve vivo, significaron el mundo para mí. Mis hermanos, mis sobrinos, mis amigos, familiares cercanos, amores pasados y la que era mi presente antes de estar confinado en este claustro. Entre todas las personas que derramaron lágrimas ante el diáfano cristal que me separaba de ellos, tus lágrimas fueron las únicas que sentí traspasar aquel vidrio y recorrer mis pálidas mejillas. Recordé como fue que nos conocimos, aquel amor que nació en salones de clase, que floreció en nuestros furtivos encuentros íntimos y que creció a medida que transcurrieron los años. Esperen un minuto, ahora lo recuerdo. Eras tú. La reportera que estaba en la escena de mi asesinato aquel lunes por la noche. ¿Por qué no te reconocí de inmediato? ¿Habrá sido el shock que ocasionó mi repentina muerte? ¿O simplemente fue tal mi estado de ambrosía al atravesar el umbral de la muerte que borré todo recuerdo de lo que representaba el amor en mi cuerpo terrenal? Porque tú significabas para mí, mi todo y mi nada. Y ahora, me he convertido en nada, mientras que tú estás allí, al otro lado del cristal y siempre serás el todo de lo que una vez fue mi vida. Puedo sentir el cálido toque de tu mano sobre mi rostro que se posa en este ahora empapado cristal. 'Atraparon a tu asesino', fue lo único que atiné a escuchar. Empecé a llorar, pero mi cuerpo hacía mucho que había dejado de segregar líquido alguno. Lloré como nunca antes lo había hecho, pero mis ojos permanecían igual de secos. No lloraba porque finalmente se haría justicia por mi muerte y se castigaría al culpable que me arrebató mi vida, sino que lo hacía porque al final de todo, fui capaz de recordarte. Pensé que te había olvidado; podía recordarlo todo pero menos a ti. Mis lágrimas no eran de sorpresa sino de felicidad, porque me llevaría el recuerdo de tu amor a mi otra vida, a la cual estaba a punto de partir.

Mi velorio duró un día más. Luego, fui otra vez depositado en aquella misma carroza y llevado a otro lugar. Para aquel entonces, habían transcurrido ya ochenta y cuatro horas desde mi fallecimiento. Mientras iba camino al cementerio, empecé a sentir un repentino y agobiante sueño. Empecé a sentir también mis párpados muy pesados, a pesar de que ya los tenía cerrados, cómo si nunca en mi vida hubiese podido dormir. Solté un fuerte bostezo que sólo yo pude escuchar, mientras sentía como mi ataúd empezaba a descender lentamente. Había llegado finalmente el momento en que cayera en aquel sueño eterno, pero con la única diferencia de que me llevaría conmigo el recuerdo de aquel amor que lo cambió todo y que fue capaz de traspasar las barreras de la vida y la muerte.

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viernes, 9 de octubre de 2009

Interpol - Obstacle 1

I wish I could eat the salt off of your lost faded lips

We can cap the old times, make playing only logical harm
We can cap the old lines, make playing that nothing else will change
But she can read, she can read, she can read, she can read, she's bad
She can read, she can read, she can read, she's bad
Oh, she's bad

But It's different now that I'm poor and aging. I'll never see this face again
You go stabbing yourself in the neck


We can find new ways of living make playing only logical harm
And we can top the old times, claim-making that nothing else will change
But she can read, she can read, she can read, she can read, she's bad
She can read, she can read, she can read, she's bad
Oh, she's bad

It's different now that I'm poor and aging, I'll never see this place again
You go stabbing yourself in the neck
But it's different now that I'm poor and aging, I'll never see this place again
And you go stabbing yourself in the neck

It's in the way that she poses, it's in the things that she puts in my head
Her stories are boring and stuff, she's always calling my bluff
She puts, she puts the weights into my little heart
And she gets in my room and she takes it apart
She puts the weights into my little heart
I said she puts the weights into my little heart

She puts weight
She puts weight
She puts weight
She puts weight
She puts weight
She puts weight
She puts weight

It's in the way that she walks
Her heaven is never enough
She puts the weights in my heart
She puts, oh she puts the weights into my little heart


Solía cantarle a la vida antes de conocerte...
Ahora, simplemente canto para no olvidar de que aún soy capaz de hablar...

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miércoles, 9 de setiembre de 2009

1:30 AM

Una noche más inmerso en el silencio de mis pensamientos
donde no escucho otra cosa más que el grito ahogado de mi soledad,
recordando días de efímera felicidad a lado de personas que ya no están
y momentos de regocijo que probablemente, no vuelvan más.

Una balada de decepción y abandono resuena en la penumbra de la noche,
cuya melodía resuena y una y otra vez en los confines de mi ser,
vislumbrando lo que podría ser un pasaje recurrente en mis días por vivir
o simplemente, un mero recordatorio de lo desolado de mi presente.

Me he entregado enteramente a los placeres vanos de la vida,
como una forma de apalear el desolado estado en el que me encuentro,
donde la felicidad sigue rehuyendo de mí, cual fugitiva en busca de su libertad
esperando capturarla en el momento preciso para jamás dejarla ir.

Y es que la vida se ha tornado muy triste y oscura desde hace unos años,
donde las noches solían ser momentos de confidencias e intimidades bajo las sábanas
acompañado por la que en un momento fue, mi compañera en el presente
pero que ahora, es sólo otra enemiga más de mi infeliz pasado.

¿Es que acaso el ser feliz no es un derecho al que estamos obligados todos?
¿O es que primero, uno debe sufrir por aquella persona para poder vivir en paz?
Es otra noche de insomnio y de lamentos ahogados en palabras sin sentido
donde simplemente escribo, como único remedio para tratar de acortar la distancia
entre aquella persona finalmente me envolverá en aquel cálido abrazo de bienvenida
y me susurrará al oído: "Ya puedes dejar de vagar, ya que finalmente me has encontrado..."


¿Cuánto camino más he de recorrer,
para que finalmente llegue hacia donde
se supone que deba estar?

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viernes, 21 de agosto de 2009

Aclaración



A las masas (jajaja) que visitan mi blog y a mis fieles (doble jajaja) lectores les recuerdo de que a pesar de que este blog se llame 'Jardín de las Baladas', no necesariamente encontrarán baladas (bueno puede que una que otra, pero dependiendo de los gustos de éste, su servidor escribidor)

Este blog es un lugar donde puedes encontrar de todo, un poco y de un poco, todo. Aquí se habla de actualidad, tecnología, música, series, deportes (raras ocasiones) y también, sirve como ventana para la publicación de los escritos de este seudo literato.

Otra cosa que les quería pedir, es que si les gusta el blog, apóyenme con los comentarios. He venido con las pilas recargadas para seguir escribiendo tonterías y cosas con poca importancia, porque en cierto modo, escribir es mi vicio y últimamente he estado muy abstemio (respecto a la escritura, claro).

Con este mensaje, empieza una nueva etapa de este pobre, humilde (pero honrado) blog que guarda celosamente los disparates de su 'depresivo por el pasado pero contento con el presente' autor.

Saludos y nos leemos!


(Soy espalda XD)


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martes, 12 de mayo de 2009

Lost...




Have I gone insane? Or is it just a delusion?
What would I keep going like this?
There isn't a light at the end of the tunnel,
just more darkness 'cause it looks more like a maze
than a straight path to my destiny...

Loneliness never tasted better, its sour and grim taste
had captivated me and made me keep asking for more
I embrace this solitude in my life and I finally got it.

You can never reach happiness.
Pain is the only thing you might expect in life.
I think I finally lost my way, funny.
Who would have think about that?
I only remember one person that wished me that.
Hope you're happy 'cuz your wish might became truth.

Live fast, die young... I like that motto.

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domingo, 22 de marzo de 2009

Yo también te quiero... pero como amigo

Mi vida reflejada en 10:04 minutos...


Tomado de bulebule

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martes, 13 de enero de 2009

¿Existen los finales felices?


Y vivieron felices para siempre...

Es la típica frase con la que cierra un cuento o quizás, una película romántica. La trama es simple: el o la personaje principal durante todo el desarrollo de la trama pasará por mil y un percances para conseguir su objetivo final, que es ser felíz. Por lo general, esta solución se presenta en la persona de un príncipe enamorado o un salvador que conoció a la personaje principal en una circunstancia extraña [donde ambos desconocían quién era el uno del otro] y en el caso de que dicho personaje sea masculino, pues es lo mismo sólo que distinto.

Pero, eso mis queridos lectores, es ficción. Los finales felices, ¿existirán realmente en la vida real? ¿Hay casos comprobados de personas que han logrado ser completa y plenamente felices en su vida debido a que conocieron a una persona en un momento triste de sus vidas? Como por ejemplo, hablemos de un o una Cenicienta en el mundo real: una practicante poco agraciada debido a "x" factores que flechara al ejecutivo de más rango en una empresa luego de tropezarse con ella en un pasillo o un estudiante promedio de un instituto "y" que logra cautivar a la chica más popular de la clase luego de que esta haya peleado con su pareja.

Si la ficción nos sirve de referencia, podemos asegurar que cualquiera de estos dos probables escenarios pueden terminar de una manera felíz y romántica. Pero como en la vida real, ficción no es lo mismo que acción, las probabilidades son muchas e inusuales. Las más comunes para ambos casos serían: en el de la practicante, luego de tener algunos encuentros en diversas áreas de la oficina, comenzarán un idilio y al final, él o ella decide terminar luego de obtener lo que querían [un ascenso y/o aumento o simplemente sexo]; mientras que en el del estudiante, luego de ayudarla a la chica popular a sobreponerse, ella lo verá como un amigo y al minuto que el hasta entonces ex enamorado le diga "te extrañé", ella correrá a sus brazos sin mirar atrás, siendo él testigo único de sus lamentos [de hecho, hay una película de adolescentes que retrata muy bien este caso, llamada "The Last American Virgin", una muy buena película].

La vida no nos prepara para los happy endings. Muchas veces, empezamos nuevos capítulos en el libro de nuestra vida que de una manera u otra, terminan bien o mal. La mayoría de veces mal, en mi caso. Pero es cuestión de perspectivas, según me parece. Uno puede encontrar un final felíz donde menos espera o lo encuentra cuando menos lo piensa. Pienso yo que si aplicasemos la frase "final felíz" a nuestros eventos cotidianos, creo que sería mejor llamarlo "final OK" o "final decente". Lo de felíz me parece demasiado sobreestimado, de veras.

En todo caso, si hablásemos de un final felíz no se me ocurre un mejor ejemplo que los cortos del afamado vagabundo Charlot y del tremendo actor que lo interpretaba, Charles Chaplin. Siempre metiéndose en problemas pero siempre saliendo airoso de ellos y en algunas ocasiones, de la mano con la dama. Pero en la vida real, al igual que el personaje que retrató, Chaplin sufrió durante mucho tiempo para alcanzar la felicidad en sus últimos años de vida. Trabajó muy duro y poco a poco se abrió paso en el mundo del cine, pero por sus tendencias políticas fue tildado de comunista en una época donde los Estados Unidos se encontraba en plena II Guerra Mundial. Exiliado en Europa, Chaplin continuó haciendo cine y se estableció en Suecia, regresando en 1972 junto a su esposa para recibir un Oscar honorífico por su talentosa carrera artística. Charlot,tras una larga batalla por preservar su salud, finalmente murió mientras dormía una noche de Navidad de 1977.

Chaplin, mi héroe

No soy muy fanático de los finales ni las despedidas. En una ocasión, me despedí dos veces por última vez (es totalmente cierto y las dos veces fueron muy dolorosas) y es algo que sinceramente, no se lo deseo a nadie. Ambas fueron momentos tipo Hollywood: en la primera, estaba en un bus llorando, mirando a la mujer más hermosa del mundo parada en una estación de buses, viéndome partir mientrasel bus avanzaba lentamente. Ella corrió detrás de el intentando alcanzarlo, pero su silueta se comenzó a perder a medida que me alejaba cada vez más de ella. La segunda ocasión, con la misma persona, ocurrió en medio de un aeropuerto, minutos previos a mi abordaje, donde nos fundimos en un abrazo interminable y la promesa de volvernos a ver, sellándola con un beso que a decir verdad no me gustaría que fuera el último. En ninguno de los eventos, no hubo un final felíz sino todo lo contrario, muchas lágrimas y dolor.

Espero encontrarme con uno en algún punto de mi vida (o mejor dicho al final, mismo Chaplin). Mientras tanto, dejaré que la ficción haga lo suyo y me siga dando ideas de lo felices que pueden llegar a ser aquellos quienes creen que el amor es y siempre será como en las comedias románticas: una trama enredada con un final que cumple con las expectativas de los personajes.

Si Hollywood no se equivoca, creo que éste es
el único final felíz o happy ending que existe...

¡Aleluya!

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lunes, 5 de enero de 2009

No es justo

Si la vida te da limones, haz limonada
si la vida te da naranjas, haz naranjada
pero si la vida te da problemas,
¿qué puedes hacer?

Hay mucha gente buena en este mundo
a quienes le suceden las peores cosas que uno
puede tan solo imaginar;
personas que durante toda su existencia
se han avocado al servicio de los demás,
compartiendo sus penas y tratándoles siempre
de ayudar y sacar adelante.

Pero, ¿qué hacer cuando las circunstancias de la vida
se tornan peligrosas para este tipo de gente?
Existe sobre la faz de la tierra individuos que simplemente
no merecen la felicidad que se les proporciona,
que no son verdaderos merecedores de esta recompensa
pero sin embargo son los primeros beneficiarios.

No es justo que tú, luego de todo lo que has hecho por nosotros
te veas postrada en una cama, víctima de los nervios que durante muchos años
fueron tu único sostén ante los insolentes castigos
que te propalaba la vida, mujer.


No es justo, simplemente no lo es...

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